Caminar es una metáfora de la vida, un largo camino desconocido hacia la meta

Caminar tiene muchos beneficios para la salud. Los médicos recomiendan caminar treinta minutos al día para prevenir y tratar problemas de las articulaciones, el corazón y los pulmones. Por no hablar de los efectos de caminar sobre la mente: se reducen los estados de ansiedad y depresión y se desarrolla la creatividad. Incluso parece que caminar alarga la vida.
Sin embargo, sabemos por experiencia lo difícil que es ser fiel a esta práctica. Podría ayudarnos a considerarlo un medicamento para tomar a diario. También podemos pensar en caminar como una metáfora de la vida: es agradable imaginar nuestra existencia como un largo camino.
Cuando emprende el viaje por un camino desconocido, hay muchos eventos inesperados que pueden encontrarse: algunos hermosos, otros menos bienvenidos. El viaje se vuelve más fácil y placentero cuando se hace en compañía de amigos. Las oportunidades se vuelven entonces muchas. Podemos intercambiar opiniones, preocupaciones, plantear problemas. Las soluciones creativas serán más evidentes y numerosas.
La presencia reconfortante y cariñosa de amigos y personas que nos quieren nos permite ir más rápido hacia la meta. Hemos hablado muchas veces, en estas páginas, de acoger lo inédito: caminar abre el camino. Esta hermosa expresión de Antonio Machado, al inicio del nuevo año, expresa una profunda confianza en la vida y podría ser el trasfondo de la difícil tarea de la vida cotidiana.